domingo, 14 de junio de 2009

El hambre y las ganas de comer

Hacía algunos días que veníamos planeando con dos amigas encontrarnos a cenar y después salir a tomar algo y decidimos que ese día iba a ser el viernes.
Arreglamos en ir a cenar a la casa de Vir, pero como ella tenía algunas cosillas que hacer íbamos a ir para su hogar a eso de las 9 de la noche. La cuestión era que yo salía de mi trabajo a las 5 y Lau (la recordarán de historias como la de "Villa Victoria") salía 7 y media del suyo, por lo que convenimos en encontrarnos primero nosotras y luego ir a la casa de nuestra otra amiga.
Hasta, aproximadamente, las 4 y media yo no tenía idea ni dónde y a qué hora se produciría el primero de los dos encuentros, y como no tenía posibilidad de tener acceso a ningún medio de comunicación, por ser uno de esos días en los que tengo ocho horas seguidas de clase, esperaba que Laura me enviara un mensaje a mi celular.
El mensaje llegó y, para que la historia sea entendida en su totalidad, voy a transcribirlo literal:
"Amiga, no llego a las 7. En sta y cabildo 7 y 30. Tá bien?"
A lo que rápidamente contesté: "Dale. Besos"
Bien, la cuestión es que yo interpreté en la calle Santa Fe y Cabildo y, como no me sonaban como calles donde alguna vez me hubiera encontrado con alguien, busqué en mi guía, donde indicaba que una era continuación de la otra, por lo que deduje que nos encontraríamos donde las calles cambian de nombre.
Había un subte cerca, estación Carranza. No podía confundirme... eso pensaba yo.
Entonces, terminé mis clases y las salí a la calle pero como era temprano opté por ir caminando hasta Santa Fe y ahí tomarme al subte. Caminé, miré vidrieras (sí, como buena doña) hice tiempo en alguna que otra librería (para no perder la costumbre) y a eso de las 7 y cinco fui hasta Pueyrredón y me tomé el subte.
Llegué cinco minutos antes por lo que me puse a esperar con calma. Cuando las 7 y media se habían convertido en y treinta y cinco y, sabiendo que Lau es bastante puntual, le mandé un mensajito para ver por dónde andaba y escribí: "Lau, estoy en santa fe y arevalo salida dl subte carranza. Cual es cabildo?" pensando que le había errado de salida.
Ella me contestó que yo estaba muy lejos del lugar pautado para nuestro encuentro, que me había bajado como dos estaciones antes. Realmente estaba confundida. ¿Qué había leído cuando leí el mensaje donde indicaba el destino de nuestro encuentro? ¿tan despistada puedo ser?
Con esas preguntas en mi cabeza y mucho enojo conmigo misma empecé a caminar, supuestamente, en dirección a la estación de subte en la que estaba mi amiga. Caminé casi tres cuadras cuando descubrí que estaba caminando en la misma dirección que el tránsito y, si algo aprendí en estos años es que el subte va en la dirección opuesta.
Confieso que cuando me di cuenta dije en voz alta "¡mierda, por qué soy tan boluda!" por suerte no había personas a mi alrededor.
Volví a la salida de la estación Carranza y como Lau me había dicho que en cinco minutos llegaba y no estaba y, además, me había mandado un mensaje preguntando mi ubicación, decidí llamarla:
"¿Dónde estás?" preguntó; "en la salida de Carranza" respondí. "Pero describime el lugar porque estoy ahí y no te veo", me dijo.
"Es un lugar con muchas plantas, hay un bar... estoy en la esquina de la casa de Vir" "Bueno, ya voy, quedate ahí."
Cuando llegó no pudimos evitar reírnos y aclarar cuál fue nuestro equívoco: solamente el de confundir la calle Santa Fe con la calle Juramento...
Y bueno, ya lo hemos dicho hasta el cansancio, entre las dos no hacemos una persona con sentido de la orientación...

2 comentarios:

Ganirivi dijo...

Hola! Soy Vir, me recordarán de historias como "encerradas en McDonalds" y "perdidos en el Barolo"..

Le comenté a alguna gente lo de Santa Fe y Cabildo, y todos coincidieron en que tu interpretación fue genial

besooo

Clara O. dijo...

Tu interpretación fue genial y mi error fatal!! jejeje
BESOTE.