sábado, 16 de junio de 2007

Te escucho (3ª parte... ¿y final?)


Tenía que ir de un trabajo a otro, y como no tenía tiempo de probar nuevas alternativas de transporte y correr el riesgo de perderme o llegar tarde, siempre hacía el mismo recorrido, es decir, me tomaba el subte A y combinaba con el D para bajarme en Facultad de Medicina.
Ese día llovía muchísimo, así que cuando me tomé el subte A estaba casi hecha sopa. Dos estaciones antes de Perú escuché: “Metrovías informa que la línea D no presta servicios a causa de problemas climáticos”… traducción: la línea D estaba inundada y no funcionaba… esto me obligó a buscar en mi guía T una alternativa, ya que en plena desesperación recordé que existían los colectivos.
Me bajé en Plaza de Mayo y por suerte ya no llovía con tanta intensidad, sólo garuaba.
Crucé la Plaza y me dispuse a tomar a tomar el 111 que era, hasta el momento, el único colectivo que creía haber visto por la zona a la que me dirigía.
Habían pasado 15 minutos y el bendito colectivo no venía, entonces, saqué mi guía y descubrí que podía tomarme otro… opté por el 29.
Cuando logré subirme casi me había secado y por suerte encontré un asiento… Pero lo interesante de la historia no fue esto sino lo que escuché…
Mientras intentaba develar si la persona que estaba sentada a mi lado era un él o una ella sin ser muy obvia, escuché esta conversación entre un señor y una señora que estaban sentados detrás de mí.
Contexto situacional: pasábamos por la Catedral cuando, según creo, la señora se persignó, entonces…
Sr: - ¡Qué bien… católica como yo!
Sra: - Si, si… claro…
Sr: - Muy bien, yo voy siempre a la iglesia.
Sra: - Si, yo también, todos los domingos.
Sr: - Y… ¿A cuál va?
(“¡Epa! La tercera edad levanta hablando de iglesias, mirá vos…” pensaba yo)
Sra: - A la iglesia que está en la calle…
(no recuerdo qué calle era… pero si a alguno le interesa puedo hacer una listita de iglesias…)
Sr: - ¡Ah! Yo también pero voy a la tarde porque, aunque estoy jubilado sigo trabajando…
Sra:- Sí, yo también estoy jubilada pero trabajo…
Sr: - ¿Y qué hace?
Sra: - Soy óptica… pero antes estudié para maestra…
Sr: - Y la jubilación docente ahora no es mala…
Sra: - No… si mis amigas que estudiaron conmigo y siguieron enseñando tienen una jubilación muy buena… pero como yo me jubilé del ejército… no me puedo quejar.
Sr: - Claro, qué bien… ¿Y ahora dónde trabaja?
Sra: - Como secretaria en una óptica…
Sr: - Yo me levantó a las cinco de la mañana para ir al trabajo… es que todavía me siento muy bien para estar sin hacer nada…
Sra: - Yo soy muy activa… hago natación y me reúno con las chicas a jugar a las cartas…
(me encanta cuando dicen “las chicas”, esa frase dicha por una señora me hace pensar en viejitas muy maquilladas y con mucho olor a perfume)
Sr: - ¡Qué bien! Si, yo también hago mucha actividad, es muy buena para nuestra edad, además no me puedo quedar quieto… como buen pisciano…
Sra: - ¡Ah! Claro…. Qué lindo signo…
(Se viene la charla astrológica)
Sr: - Si… pero igual tenemos carácter… Pero no malo, solo reaccionamos, no como mi suegra que es sagitariana y tiene un carácter bien bravo. A mi esposa la tenía cortita cuando éramos novios…
Sra: - Mi esposo es de sagitario, pero a mí nunca pudo ponerme límites, es que soy acuariana y las acuarianas somos muy independientes…
Sr: - Claro, claro…
Sra: - además, por suerte, salimos mucho…
Sr: - Yo con mi señora igual, vamos muy seguido a un tenedor libre que queda por Belgrano…
Sra:- ¡Ah, qué casualidad! Yo también a uno que queda cerca de la casa de uno de mis hijos…
Sr: - Mire que bien…
(En este momento de la conversación la persona que estaba sentada a mi lado se bajó, e inmediatamente los pasajeros de atrás se callaron… Sin lugar a dudas, develando el misterio que me había ocupado los primeros minutos del viaje, era un él convertido, con muy poco cuidado ya que se le notaba la barba, en una ella)
Sr: - Cada vez hay más…
Sra: - No crea, lo que pasa es que ahora se muestran más que en nuestra época…
(la señora presentaba signos de incomodidad, o por lo menos era lo que yo presentía…)
Sr: - Igual con tanta peste que hay dando vueltas se van a morir todos…
Sra: - Y… si, pero no todos son así…
Lamentablemente, en este punto de la conversación donde iba a desplegarse, creo, argumentos a favor y en contra de los homosexuales, tuve que bajarme y correr las seis cuadras que me restaban para llegar a mi trabajo. Lo bueno es que ya no llovía más y yo estaba bastante seca…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, estoy internado y me encanta tu blog. se venia la discusion sobre homosexualidad y un viejito parecia tener la mnte ab ierta, que bueno

lucas en barcelona dijo...

Sería un trava la señora??? se las dejo picando... sino tanta defensa de los topus no tiene mucho sentido.

Anónimo dijo...

Creo que recuerdo ese día!
Espero algún día ser una de esas "chicas" con perfume (o no, todavía no sé cómo quiero mi vejez)

Lo más gracioso que me pasó en un colectivo fue una vez que estaba sentada adelante de dos viejas que criticaban a uno que estaba sentado más adelante, con ambo blanco de médico y el pelo violeta. "Cómo un médico puede andar con pelo violeta"... Hasta que el muchacho se bajó y vimos el logo de "Peluquería Giorgio" en el bolsillo del supuesto ambo doctoril.
En fin.

Muy bueno lo suyo!
beso!

Napoleona dijo...

Muy bueno el blog! Seguí escrutando la jungla del transporte público! A mi vieja le pasa lo mismo pero con los tacheros amantes de Radio 10!
Soy Desi, amiga de Vir

Anónimo dijo...

suelo abstraerme cuando voy en colectivo, fijo mi vista en el paisaje y me dejo llevar, pero hace unos dias paso algo que desvio mi atención e hizo que me reconociera como digna hermana de mi hermana.
Subio una pareja al colectivo y se sentaron bien adelante, cerca de donde estaba yo, aunque pude escuchar poco de su dialogo, que evidentemente ya venia desde la parada.
ella: ni siquiera me dieron tiempo para comprar un cuaderno. bueno, anotalo en la agenda, anotalo ahi.
el señor abrio el portafolio y no encontro ninguna agenda. la señora insistia y el señor era obvio que ya estaba harto.
el: no te tomaste la pastilla hoy, por eso estas asi, histerica, Susana
A esta altura, todos los pasajeros estabamos esperando mas...
Susana: en realidad vos antes trabajabas mas, no se, porque vos trabajabas a la par mio, o bueno, yo trabajaba a la par tuya.
la señora seguia hablando sin parar, metiendo alguna risa en el medio y moviendo sus manos.
Lamentablemente el hombre se canso y se bajo, obvio que ella lo siguio y continuo con la charla.
Nosotros, nos quedamos con ganas de mas.
las vidas ajenas suelen ser muy interesantes, mas despues de viajar dos años en el mismo colectivo, con el mismo paisaje.

besos!

pd. se que no esta muy interesante la historia, pero la fiebre me comio la otra parte del dialogo...que era de locos!

Unknown dijo...

Estaba atrasada en la lectura de tus cronicas, pero ya las lei!!! Me mori de la risa con todas (x no decir q me cague d la risa... hay gente q no conozco, viste)
Con respecto a las historias "te escucho" es evidente q inspiras confianza y t gusta escuchar... no es mi caso... evidentemente tengo cara de pocos amigos cuando estoy sola (x no decir de culo... motivo antes mencionado)
Quiero massss cronicas!!!
Besotes!